<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d14073071\x26blogName\x3dCAFEDITOLANDIA!\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://cafedito.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_CL\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://cafedito.blogspot.com/\x26vt\x3d-2911043432402325002', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
Siéntanse absolutamente libres de visitar CAFEDITOLANDIA cuando les plazca. Mis duendes bloggeros y yo siempre estamos tratando de lograr el mejor ambiente para nuestras visitas. Cualquier reclamo, duda o sugerencia, dirigirse a las direcciones de la Vocería. Eso sería, ¿no?
"Inferno" de Dan Brown

lunes

Malas Juntas

En el desarrollo de la vida de una persona, existen dos caminos a seguir: uno es el camino del bien, marcado por los valores que nos dan nuestros padres, y el otro, el camino del mal, por medio del cual los individuos optan por lo fácil y lo corrupto.
Qué ocurre cuando esta disyuntiva la viven dos niños que crecen juntos, pero que se van separando por circunstancias de la vida. Las juntas y el medio ambiente absorbe al que no sabe decidir por el camino correcto.
Una obra que nos muestra de manera clara y manifiesta lo que son las "Malas Juntas" y las consecuencias que éstas pueden llegar a provocar en un niño.
Catorce años yacen bajo las tablas de un teatro juvenil, alegre, chispeante, ágil; catorce años entregados a un público fiel, que cada año se sorprende y vuelve a soñar con nuestro Grupo de Teatro del Liceo Lastarria.

"... y todo por no saber con quien te juntas..."

domingo

Ladrón de sonrisas


Cuando desperté esta mañana nuevamente supe que lo volvería a hacer. Y es que simplemente se ha vuelto algo incontrolable en mí. Se ha vuelto un estilo de vida. Se ha vuelto mi vida.
Mi nombre es sinónimo de alegrías y risas. Y mi apellido es sinónimo de tristeza y llantos. Mi nombre es "Tontín" y mi apellido es el tiempo. Sí. Soy un payaso de oficio, profesión y vida.
Me he pasado la vida pintando mi rostro de mil colores. Vistiendo ropas holgadas, largas y cortas, con zapatos donde mis pies cabrían dos o tres veces. Usando esa nariz roja que a todo el mundo le roba una sonrisa, en especial a los niños... y los he hecho reir durante los 22 años que forman mi apellido, incluso cuando por dentro sólo hubiese querido largarme a llorar...
Estoy aquí siendo el payaso "Tontín" esclavo del tiempo, igual que todos, ejerciendo uno de los trabajos más difíciles y humildes del ser humano: robar sonrisas y carcajadas.
Cuando desperté esta mañana nuevamente supe que lo volvería a hacer: taparía mis lágrimas con maquillaje, me pondría las ropas ridículas, la nariz roja y los zapatones de payaso... y luego a hacer feliz al mundo, en especial a los niños... jajajajajaja

¡Actuar!
¡Mientras preso del delirio
no sé ya lo que digo
ni lo que hago!
Y sin embargo, es necesario... ¡esfuérzate!
¡Bah! ¿Acaso eres tú un hombre?
(ríe)
¡Tú eres Payaso!

Ponte el disfraz y la cara enharina.
La gente paga y aquí quiere reír,
y si Arlequín te birla a Colombina,
¡ríe, Payaso, y todos te aplaudirán!
Muda en pantomimas la congoja y el llanto;
en una mueca los sollozos y el dolor.
¡Ah, ríe, Payaso, sobre tu amor despedazado!
¡Ríe del dolor que te envenena el corazón!
Jajaja.

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL DE "VESTI LA GIUBBA"
ÓPERA "PAYASOS" DE LEONCAVALLO

jueves

Miedos

Que malo es el miedo, ¿ah? Los seres humanos no estamos preparados para enfrentar el miedo. No nos sabemos comportar con dignidad. Sólo hay que ver la cantidad de estupideces que hacemos cuando lo sentimos.
Veamos. Uno está en la cama por la noche y oye un ruido extraño, ¿qué hace? ¡Se tapa con la sábana! Bien. ¿Son antibalas las sábanas? ¿Si alguien llegara a atacar con un cuchillo, se le doblará la hoja? O sea...
Incluso todavía uno mira debajo de la cama... por si acaso. Es que el miedo no respeta edades. Pero, suponiendo que haya un asesino en serie debajo de nuestra cama, ¿qué ganamos mirando? ¡Que nos mate antes no más! Muy bien... fantástico. ¿Se imaginan en todo caso que un día encontráramos a alguien debajo de la cama? ¿Qué le diríamos?
- Buenas noches señor. Anda asesinando, ¿no?
- Claro, es que hay que parar la olla...
- ¡Pero por el amor de Dios! Salga de ahí caballero, que se puede resfriar. Además con las pelusillas que hay ahí abajo, capaz que le dé asma. Máteme en la cama, que será más cómodo.
Otra reacción estúpida ante el miedo es mirar dentro del ropero... que viene siendo el colmo. Porque es simplemente ridículo pensar que en el ropero cabe alguien. Porque el día que se plancha nunca cabe más ropa en él. ¿Cómo va caer un tipo ahí dentro?
Otra situación. Uno oye un ruido raro en la casa y se levanta, cagado de miedo, en calzoncillos, y uno pregunta: "¿Hay alguien?" Como si ese alguien fuera a responder. Pero lo mejor es cuando uno llega a la conclusión de que si hay alguien sólo puede estar detrás de la puerta del baño, porque lo demás ya está todo revisado y, ¿qué hace uno?, asoma la cabeza lentamente, todo sea para que, si hay alguien, nos dé en el gusto. ¡Auch!
¿Y cuando uno va en bicicleta bajando una pendiente y la cuestión agarra vuelo? ¿Qué se le ocurre a uno? Quitar los pies de los pedales. ¡Muy bien. muy inteligente! Y cuando se descontrola todo, soltamos las manos del manubrio. Eso es. Pero, ¿qué cree uno que pasará? ¿que saldremos volando como en "E.T."?
Cuando le van a poner una inyección a uno, ¿qué hace? Poner el culo tan duro cosa que la aguja rebote. Sabemos que duele más, pero no podemos evitarlo.
Y es que el miedo nos incita a cometer una idiotez tras otra: si uno tiene que bajar al sótano y no hay luz, uno empieza a pensar en fantasmas o en si habrá alguien escondido y, ¿qué hace uno? Cantar. "¡Miedo, tengo miedo, y tú nunca lo sabrbbrbabrás!" Eso es, uno da más datos. Lancemos un bengala también.
¿Y qué pasa si uno va por la calle y de pronto ve a alguien y piensa que lo va a asaltar? Pues uno se cambia de acera. Porque seguro que si es un asaltante, pensará: "Mierda, otro más que cruzó la calle, obligado a seguir esperando".
A propósito de sentir miedo, el otro día iba en un ascensor con una mujer absolutamente desconocida y de repente el ascensor hizo un ruido bastante sospechoso. ¿Y qué hizo esta señora? ¡Agarrarse de mí! Y es una reacción típica en las mujeres parece. Deben pensar que los hombres no nos caeremos si se descuelga el ascensor.
No hay que olvidar que unidas a nuestras reacciones estúpidas están las que tiene el cuerpo por su propia cuenta. Si viene un auto hacia uno y está a punto de atropellarlo, esto es todo lo que se le ocurre al cuerpo, quedarse quieto.
Otra reacción típica del cuerpo es la de gritar. Claro que sí, muy lógico. Si uno está friendo huevos y se prende la sartén, ¿qué se le ocurre a uno? Gritar. Uno se pone a gritar como loco: "¡¡Se me están quemando los huevos!!" Y si viene otra persona, se une con sus gritos: "¡Que se te queman los huevos!" Pero, ¿qué pretendemos? ¿Apagar el fuego a gritos? ¡Por favor!
Y luego está eso de cagarse de miedo. ¿Habrá algo más estúpido y más inútil que cagarse de miedo? Bueno, sí. Morirse de miedo. Ahora, eso sí, ¡yo a la muerte no le tengo miedo!

martes

Mi viejo espejo


Cuando niño siempre imaginaba con convertirme en un exitoso médico, que ayudaría a la gente. Imaginaba ser un salva-personas.
Veinticinco años han pasado desde entonces. Ya no soy aquel niño. Soy un adulto. Soy médico. Soy lo que desde pequeño siempre había querido ser. Un salva-personas.
Siempre he vivido en la misma casa. Vi vivir y morir a mis padres. Vi a mis hermanos crecer e irse. Me vi convertirme en lo que soy. Pero me veo solo.
El único testigo de lo que acabo de contar, ha sido un viejo espejo que lleva en esa casa más tiempo del que puedo recordar. Siempre reflejando a alguien o algo. Siempre haciendo su trabajo. Siempre preocupado de recordarnos lo que realmente somos. Siempre ahí.
Frente a ese espejo me rasuré por primera vez. Frente a ese espejo até mi primer nudo de una corbata. Frente a ese espejo he crecido. Me he vuelto el hombre doctor salva-personas, y él siempre ahí. Hasta me atrevería decir que sabe cómo moriré. Quizás no.
Día a día debo ir al Hospital. No porque esté enfermo, sino porque ahí trabajo desde que me convertí en lo que desde niño siempre imaginé ser.
Un salva-personas es alguien que simplemente trata de lograr que la gente esquive la muerte. Y hasta ahora lo he logrado con éxito. Bajo mi cuidado ningún paciente ha pasado a "mejor vida". Algunos lo denominarían don. Yo, como el sueño de un niño volviéndose realidad.
Pero hace unos pocos días conocí a una paciente. Era anciana. Simpática, y llena de vida. Sufría de cáncer. El tumor estaba localizado en su estómago. Totalmente ramificado. Ella murió. Ella murió siendo la anciana simpática llena de vida. Ella estuvo bajo mi cuidado. El salva-personas no había podido salvarla.
Ahora recuerdo todo esto. Frente a mi espejo. En mi casa. Solo. Pensando.
Algún día yo seré el anciano. Algún día yo moriré. Algún día mi muerte defraudará los sueños de un niño que se convirtió en un salva-personas.
Un día yaceré en algún lugar totalmente inerte. La anciana me enseñó que la muerte es totalmente inevitable. Es de lo único que podemos estar seguros desde que nacemos. Y el único ser que siempre supo todo esto fue ese viejo espejo.
El me vio nacer, vivir y sin duda me verá morir. Pero es sólo su trabajo. Y para cuando el salva-personas ya no esté… el sueño de algún otro niño se verá reflejado en él.

viernes

¿Cómo estás?


- No pues.
- ¿Cómo que no?
- No. Simplemente no.
- A ver. Esto parece una conversación absurda sobre algo absurdo.
- No necesariamente.
- ¿A qué te refieres?
- A nada en especial.
- Está bien. No lograrás molestarme con esta postura ridícula tuya.
- No me interesa molestarte.
- Entonces por qué diablos no podemos tener una conversación más inteligente que ésta.
- No sé.
- En realidad yo tampoco sé.
- Quizás en algún lugar del universo ha muerto una estrella y por eso no podamos tener una conversación inteligente.
- Ah, claro. O quizás se ahogó un boliviano.
- Ahora tú eres el ridículo, ¿ves?
- Pero sólo ironizo... ok... no lo volveré a hacer.
- Bueno.
- A todo esto, ¿cómo estás?
- Bien , gracias, ¿y tú?... pareces algo molesto todavía con nuestra conversación...
- Son ideas tuyas. Sólo nos llevó media hora preguntarnos cómo estábamos.
- Es un record. La última vez tardamos veinte minutos. Eso me pone feliz. Quizás no murió una estrella hoy. Debe haber sido una mariposa que dejó de batir sus alas por un momento solamente.
- O quizás sólo somos un par de idiotas haciendo el ridículo.
- Quizás... ¿cómo estás?

miércoles

Ese eres tú

(un diálogo)
- ¿De verdad no recuerdas lo que ocurrió anoche?
- Te digo que no. ¿Qué pretendes con seguir preguntando lo mismo? ¡No me acuerdo de lo que ocurrió anoche!
- Es que no puedo creer que no recuerdes nada, si ni siquiera estabas tan borracho como para olvidarlo tan rápido.
- ¡¿Vas a seguir?! ¿Es que eres un tonto o algo parecido que no entiende lo que le están diciendo?
- Lo de anoche fue simplemente inolvidable; me cuesta creer que hayas olvidado todo, así de la noche a la mañana...
- ¡Y dale!... A ver, qué es lo que pasó que yo no puedo recordar y que a ti te pone así.
- Entonces... ¿es cierto que no recuerdas nada? Insólito. Simplemente insólito. Tú, que nunca olvidas nada y que te jactas de aquello, olvidaste algo que pasó anoche. ¡Anoche!
- Sí, es cierto, lo olvidé todo. Desde que apareciste esta mañana y me has hecho esa pregunta, y por más que trato de recordar lo que pasó anoche, no recuerdo nada. Podrías decirme por favor, ¿qué mierda pasó anoche?
- Esto es algo que va más allá de mi tolerancia, y que, sin duda, también debe ser una de tus tantas bromitas que te gusta hacer. Pero que te quede claro que no caeré en tu jueguito.
- ¿Cuál juego y cuál tolerancia? Además que aquí el único que parece estar jugando con alguien, eres tú y conmigo.
- Ah, claro. Ahora soy yo el bromista. Que descarado eres. Resulta que nos conocimos precisamente por tus bromitas, o también se te olvidó que...
- No estamos hablando de mi pasado ni de cómo nos conocimos. Estamos hablando de algo que ocurrió anoche y que por alguna puta razón no puedo recordar.
- Exacto. Hablamos de algo que ocurrió sólo anoche y que parece que sólo yo puedo recordar y que creo que tú simplemente no quieres recordar por algún estúpido capricho o miedo que no quieres decir...
- Por más que trato de recordar algún mísero detalle de anoche, sólo consigo preocuparme y angustiarme más porque no recuerdo nada... nada...
- Estás enfermo. Tienes amnesia o algo por el estilo. No hay ninguna otra explicación. Pero eso no significa que lo de anoche no haya sido inolvidable...
- Sí, debe ser eso. Estoy sufriendo de amnesia aguda crónica. Una amnesia que no me deja siquiera atisbar algo de lo que para ti es inolvidable, pero que yo no sé si realmente quiero recordar. Tengo miedo. Ayúdame.
- Si tan sólo recordaras parte de lo que vivimos anoche en casa de Jean, junto a la chimenea. Eramos unas diez personas en total, preocupadas sólo de vivir la vida, ¿recuerdas ahora? "Carpe diem" le llamaban en la antigüedad. Cuanto aprendimos en una sola noche sobre la vida, ¿y tú no lo recuerdas?
- "Carpe diem". "Aprovecha el día". "Aprovecha el puto día que se te olvidará después". Eso es lo que me sucedió a mí. Disfruté de un día que no puedo recordar, pero tú sí. ¡Eres un maldito! ¡Te vienes a reír de un maldito enfermo de amnesia como yo! ¡Yo, que me he reído de todo el mundo! ¡Yo!... que no puedo recordar nada... Yo... que no recuerdo ni quién soy ni quién eres tú...
- Eso es. Ese eres tú. No olvidaste quien eras. Pero olvidaste lo de anoche, lo de siempre. Me olvidaste a mí... tu puta conciencia...

lunes

Acerca de Dios...


¿Sabían que la Biblia es el libro más vendido del mundo? Así es. La Biblia es ese libro gordete que todo el mundo tiene, pero que casi nadie ha leído.
Ring, ring...
- Hola, ¿qué haces?
- Aquí estoy, leyendo la Biblia...
- ¡No huevees! ¿Qué te pasó, te metiste a una secta?
Y es que nadie entiende que la Biblia se puede leer por placer. Sin embargo, últimamente la he estado leyendo y me ha parecido un libro muy interesante. Sobre todo porque me ha servido para saber cómo es Dios.
¡Y Dios la cagó! Pero tiene algunas cositas... No es por pelar, pero lo que se dice trabajador, trabajador... no era. Porque teniendo toda la eternidad por delante, hizo el mundo en una semana.
Y ni hernia le dio. Se levantó el primer día y dijo: "Hágase la luz", y la luz se hizo. Pero que yo sepa, no puso ni un enchufe. Y al día siguiente: "Háganse los planetas"... Pero eso po, ¡"háganse"!
Yo creo que, por ejemplo, se pudo haber esforzado un poquito más, porque pudiendo hacernos de acero líquido como Terminator, nos hizo de barro... más económico a lo mejor.
Una de las cosas que me gusta de la Biblia es que Dios es partidario del nudismo, como yo. Pero de lo que no era partidario es de la fruta, porque no le importaba que Adán y Eva anduvieran en pelotas, pero cuando se comieron la famosa manzana le dieron los cinco minutitos... y los echó cagando del paraíso. Dios es bueno, pero tiene sus límites.
¡Por eso los castigó! Le dijo a Adán: "Tú ganarás el pan con el sudor de tu frente". Pero me salta una duda. ¿Ya había pan? ¿Amasado o de molde?... y a la Eva le dijo: "Y tú parirás con dolor". En fin, que Dios quedó emputecido con lo de la manzanita, pero gracias a este problemita se inventó el epidural. ¡Es como para llevarle la contra a Dios, ¿no?!
Es que a Dios le pasa lo que le pasa a todas las personas buenas: da la mano y le agarran el brazo. Ahí está lo que pasó con los babilonios. Se pusieron a construir la Torre de Babel para ponerse al nivel de Dios. ¿Cómo tanta falta de respeto po? Ya lo dice el refrán: "Cada uno en su casa y Dios en la de todos" ¡Y no al revés!
Y claro, Dios se enojó: "Por vuestra ambición los condeno a que a partir de ahora, si quieren entenderse, tendrán que gastarse el sueldo en cursos de idiomas por fascículos... eso sí, con el número uno, recibirán las tapas de regalo". Y es que hasta enojado Diosito es buena gente.
Pero sobre todas las cosas, Dios tiene un sentido del humor tremendo. Un día habló con Noé y le dijo: "Oye, construye una barca, que voy a inundar todo esto". Y Noé se lo creyó, y se puso a construir un barco en medio del desierto. Y ni se imaginan la molestia de los vecinos: "Pero Noé, ¿eres huevón? ¡Si aquí no hay playa!".
Y yo quiero creer que Dios no quería inundar nada, pero cuando vio a Noé tan ilusionado con su arca, dijo: "Bueno ya, voy a mandar el diluvio, pero sólo una vez, ¿bueno?".
También fue muy buena la que le hizo a Abraham, al que le dijo: "Sacrifica a tu hijo". Y Abraham: "Ah, ya po". Es que los hombres se tomaban muy en serio a Dios. Pero menos mal que Dios lo detuvo: "¡Eh!, ¡Abraham, suelta el machete!... ¡que era broma, hombre!"... ¡Que bromista! Claro po, debe ser la famosa gracia de Dios.
Y tantas otras anécdotas que seguir leyendo. Sin duda leer la Biblia me ha demostrado que por lo menos Dios tiene un gran sentido del humor... pero que también tiene su genio... eso está claro...
En conclusión he rescatado que para estar contentos con nuestras obras, debemos hacerlas con felicidad, aún cuando eso implique que en el camino nos encabronemos y descarguemos nuestra molestia con furia... pero si fuimos hechos a Su imagen y semejanza... bien po... no creo que estemos tan mal al fin y al cabo... mal que mal, Dios lo tenía todo planeado desde el comienzo... ¿no?
    Puede ser que quede
    un solo instante o una eternidad
    no sabes lo que tienes por andar
    el tiempo lo dirá.
    Puede ser que todo lo que sueñes
    se haga realidad
    que un segundo en el camino pueda más
    que una vida entera en la oscuridad
    Ven, déjate llevar por el corazón
    no te rindas nunca y ya verás.
    Lejos llegarás, si te falta fuerza en el camino
    sabes bien que contarás conmigo.
    Dime lo que quieres, dime lo que piensas,
    dime lo que sientes cuando lo sientas.
    Dime lo que sientas y no te arrepientas.
    Dime que tú puedes, dime que tú sueñas, no te desesperes cuando te pierdas.
    Dime que lo intentas y no te arrepentirás
    Cada vez que pierdas la partida
    juega una vez más.
    Recuerda que la herida sanará,
    atrévete y verás.
    Cada vez que sientas que la vida
    te ha dejado atrás
    no olvides que aún hay tiempo
    para despertar
    un nuevo sentimiento
    grande como el mar.
    Ven, déjate llevar por el corazón
    no te rindas nunca y ya verás.
    Lejos llegarás, si te falta fuerza en el camino
    sabes bien que contarás conmigo.
    Dime lo que quieres, dime lo que piensas,
    dime lo que sientes cuando lo sientas.
    Dime lo que sientas y no te arrepientas.
    Dime que tú puedes, dime que tú sueñas, no te desesperes cuando te pierdas.
    Dime que lo intentas y no te arrepentirás
    Cada golpe del destino
    cada amigo que se va
    deja huellas que ni el tiempo borrará.
    Cada paso en el camino
    nos acerca un poco más
    a ese sueño que algún dí­a llegará.
    Ven, déjate llevar por el corazón
    no te rindas nunca y ya verás.
    Lejos llegarás, si te falta fuerza en el camino
    sabes bien que contarás conmigo.
    Dime lo que quieres, dime lo que piensas,
    dime lo que sientes cuando lo sientas.
    Dime lo que sientas y no te arrepientas.
    Dime que tú puedes, dime que tú sueñas, no te desesperes cuando te pierdas.
    Dime que lo intentas y no te arrepentirás