A Sergio Vargas
El día viernes 26 de Agosto recién pasado, me enteré de una decisión que aún no acabo de asimilar... o quizás no quiero hacerlo. Me enteré que la persona a quien más he admirado en mi vida, al fin había sido capaz de imponer su honor frente al abuso de poder de su jefa. En realidad tengo que sentirme orgulloso de él por haberse atrevido al fin a hacerlo, pero su decisión arrastró algo por lo que hoy muchos estamos tristes. Frente a la humillación e injurias que recibió, decidió renunciar a la actividad que él mismo hace catorce años había fundado y mantenido.
El Profesor de Lengua Castellana, Sergio Vargas Cornejo, renunció a la Dirección del Grupo de Teatro del Liceo Lastarria, y además decidió emigrar del mismo Liceo por el que durante quince años lo dio todo.
Y así, repentina y violentamente, se acababan catorce años de historia. Así, quedamos huérfanos del padre de una familia llamada Grupo de Teatro.
Esta familia ha perdido más que un Director, perdió a su líder, su alma.
Tu decisión, Sergio Vargas, es sin duda, digna de elogios y un claro ejemplo a la dignidad humana. No seguirás permitiendo atropellos ni calumnias. Te vas buscando lo que te mereces. Respeto y admiración por tu carrera y tu vocación. Te vas por el bien de tu verdadera familia y por su bienestar emocional. Si todo esto no es digno de admiración, no sé que puede serlo.
Pero te vas triste y destrozado. Sabes que no te lo mereces. Sabes que no debió ser así. No te lo esperabas, y te aseguro que nadie más lo esperaba tampoco. Nos sorprendiste a todos, pero primero te sorprendiste tú. Te levantaste como el gran hombre que eres ante tan soberbia persona. Le dejaste claro a la persona más poderosa del Liceo Lastarria que contigo no se seguiría trapeando el suelo. Ella incluso fue capaz de decirnos descaradamente que esperaba tus disculpas. Todos sabemos quien abusó de quien, y sabemos que es ella quien debe disculparse contigo. Pero también sabemos que nunca lo hará, porque nunca lo ha hecho con nadie.
Ya sabemos que tu decisión es irrevocable. Sabemos que lo único que nos queda es respetarla y apoyarte en este tan difícil momento. Por mi parte te deseo lo mejor y te pido que por favor, donde quiera que vayas, continúes tu labor teatral. Y donde sea que la continúes, quiero que sepas que te acompañaré siempre. Así como muchos otros que han estado a tu lado y han aprendido tanto de ti.
¿Pero qué hacemos con el Grupo de Teatro, Sergio Vargas?
Catorce años de historia no pueden irse a la basura por los arrebatos descontrolados de una señora de setenta y tantos años.
Por un lado está el tema de ser consecuentes con tu decisión de no continuar y apoyarla haciendo lo mismo.
Por otro lado, muchos quieren honrar tu partida haciendo una última obra en tu honor, incluso cambiándole el nombre al Grupo, rebautizándolo como “Grupo de Teatro Sergio Vargas”.
Han sido días largos y muy tristes, llenos de melancolías y con una gran herida a cuestas. Al Grupo de Teatro le han amputado parte importante de su cuerpo y su espíritu.
¿Es necesario continuar? ¿Hacemos causa común contigo? ¿Esperaremos a que un nuevo Director llegue al Lastarria y quizás ahí podamos replantearnos más claramente las cosas? ¿Dejaremos impune las acciones de la Directora? ¿Nada haremos por nuestro propio orgullo herido?
Tú ya no hagas nada. Ya lo has hecho todo y más. Las cosas pasan por algo, dicen por ahí. Y más temprano que tarde a todos nos toca pagar nuestras faltas en vida.
El “Grupo de Teatro del Liceo Lastarria” presenta la función más triste y dolorosa que ha presentado en catorce años. No tenerte a nuestro lado, duele. Y no es lo mismo que pasó hace tres años, cuando nos dejaste por motivos de desarrollo profesional y personal. Nunca será igual. Y nadie, nadie te podrá igualar.
La decisión hoy corre por cuenta de los propios integrantes del Grupo de Teatro parece. Yo no puedo decidir nada, porque no tengo las fuerzas necesarias para hacerlo. Pero confío plenamente en ustedes, mis hermanos del Grupo de Teatro.
Sepan que cualquier cosa que decidan juntos y solos, nunca estará mal. Yo he repetido más la opción de hacer causa común con Sergio Vargas. Pero la verdad es que ustedes tendrán la última palabra. Es ahora cuando deben demostrar que son el poderoso Grupo de Teatro del Liceo Lastarria. Es ahora cuando más deben estar juntos. Yo algo tramaré con los demás ex alumnos.
Siento como si algo en mí hubiese muerto para siempre. Y sé muy bien que todos ustedes sienten lo mismo. Pero cuando se sientan así, piensen en Sergio Vargas y en el calvario por el que está y seguirá pasando mientras siga en el Liceo Lastarria hasta su partida. Lamentablemente quedó entre ceja y ceja de la mujer más poderosa de esa institución, y ella no se quedará tranquila hasta ver que su desafiante pague la osadía de alzarse ante ella.
Serán largos meses para ti. Ojalá te vayas lo antes posible, dejando atrás toda esta mierda que estás viviendo.
Se ha marcado un triste hito en la historia del Grupo de Teatro. Quizás sea un hito más o el último.
Para terminar, sólo puedo gritarte con estas letras lo que siempre has gritado junto a tus muchachos, y que siempre nos llena de energías para enfrentar experiencias nuevas: