Monólogo de un epílogo anunciado
Vine porque quiero decirte algo. Desde hace tiempo. Ya no recuerdo por qué no lo hice antes. Pero me he armado de valor. Sólo escúchame.
Has cambiado. Yo también. Hemos crecido parece. Pero tengo miedo. No me gusta verte como estás. Me da pena. Me da rabia. Me hace sentir culpable. Me duele.
Por favor no digas nada. No he terminado aún. ¿Ves? Ya ni siquiera quieres escuchar. No me gusta lo que están haciendo contigo. Y me odio a mí mismo por no hacer nada.
Estás cansado. Yo también. Es embriagador recordar los viejos tiempos. Pero ya no son. Todo es nuevo. Ambos debemos entender eso.
Sólo me resta decir que te cuides. No seas tan confiado. Caras vemos... jaja.
Gracias por todo. Te debo mucho. Y quizás tú también a mí. Pero debo irme. ¿Para siempre? No lo sé. ¿Qué crees tú? ¡No! Por favor no llores...
Como sea, cada vez que te recuerde, ojalá que estés bien. No me cansaré de hacer público cuánto te quiero. Pero de verdad cuídate. Nunca podré olvidarte.
Dame un abrazo. Tú me enseñaste a dar tremendos abrazos.
Adiós. Y gracias.
Me voy. Pero antes, quiero dedicarte el siguiente relato:
Comments on "Monólogo de un epílogo anunciado"
En fin.
Qué podemos decir que no se haya dicho ya..
Emm...
Me la lloré toda el viernes..
Anoche me dio mucha lata..
pero la vida sigue.
y mañana será otro día.
=)
gracias Carlos por tener buenas pailas pa escuchar problemas ajenos...si hubieramos conversado hace un mes y tanto..me hubiera ahorrado alguno que otro problema.
uno actúa por impulsos a veces, no?
chau!
aiO!
Posteando en un blog legendario en latinoamerica.. WoW..
Saludos Carlos.
$Benja