La felicidad

Siempre he imaginado que la felicidad es un bien por el cual tienes que luchar para obtener. Para mí ser feliz no es un derecho. Ser feliz es algo así como lo que siempre queremos ser, pero que nunca somos finalmente. Porque muchas veces que creemos que somos felices y lo tenemos todo (inclúyanse cosas espirituales y materiales), siempre nos damos cuenta que nos falta algo más, y por ende, rechazamos automáticamente la supuesta felicidad que acabamos de obtener. Somos seres ambiciosos e inconformistas por naturaleza. Siempre queremos algo más. Y bajo este humilde punto de vista, es que podría concluir que finalmente nunca somos realmente felices.
Por lo mismo podríamos decir que la felicidad es un sentimiento efímero. Que quizás en muy pocas ocasiones se prolonga en el tiempo. Por ejemplo: dicen que cuando uno es padre o madre (asumido/a), la felicidad de tener un hijo es algo impagable. Pero es un hecho puntual. El bebé nace y todos son felices (hasta las enfermeras que ayudaron en el parto probablemente). Pero, ¿y de ahí en adelante? Probablemente muy pocas personas estén de acuerdo conmigo, pero conozco muchos casos de familias que siempre relatan que el hecho más feliz de sus vidas ha sido el nacimiento de sus respectivos hijos o hijas. Pero cinco minutos después relatan que las relaciones familiares están decayendo. Que murió el amor. Que la felicidad se acabó.
Para desprender algo de todo esto, podría decir que la felicidad se encasilla en ciertos momentos de nuestras vidas. No es para siempre, sino pasajera. Sirve solamente para dejarnos claro que la felicidad es un sentimiento que como llega, se va. No quiero echarme a todo el mundo encima por esta tan personal reflexión. Yo recurro bastante seguido a los momentos más felices de mi vida buscando refugio cuando me siento acongojado. Pero eso. Son recuerdos. No por haber tenido momentos felices en algún determinado momento de mi vida, me aseguro de ser feliz siempre. Al menos en mi vida los momentos tristes han sido más que los felices. Y de esos no me gusta ni acordarme. Y yo creo que nadie le gusta.
En fin sólo anhelo seguir teniendo momentos felices en mi vida. Aunque sean efímeros. Y a ustedes les deseo lo mismo... aunque sinceramente deseo que vean la vida con mejor optimismo que yo.